sábado, 1 de octubre de 2022

EL COMPLEJO DE BIRDMAN

 “Birdman o la inesperada virtud de la ignorancia” la película del cineasta mexicano Alejandro González Iñarritu, nos muestra la historia del actor Riggan Thomson, (encarnado por el entrañable Michael Keaton), atrapado entre la gloria de un superhéroe exitoso que interpretó en el pasado y su actual vida conflictiva, Riggan anhela recuperar su prestigio como actor pero el fantasma del superhéroe (Que simboliza su arrogancia y ego) lo persigue, en ciertas escenas clave podemos ver como el atormentado actor se refugia en el fabuloso personaje para enfrentar su frustración. Esto no podría ser más que uno de los tantos trastornos disociativos que recurre el ser humano para evadir la realidad (Esencialmente aquella que ha sido traumática) como el trastorno de personalidad múltiple, amnesia disociativa, “complejo de mesías” etc.

El fuerte impacto que ha tenido el cine comercial en las últimas tres décadas ha ayudado a que el complejo de Birdman (No es lo mismo que el “síndrome del superhéroe”) sea una realidad psicológica la cual muchos no querrán aceptar. Aunque no haya amplios estudios por el momento, la gran cantidad de material ficticio en relación a superhéroes e incluso antihéroes y su facilidad de consumirlo está propiciando a que cada vez más personas como el personaje Riggan Thomson, sientan ser ellos, o estén anhelando tener súper poderes. Uno de los trastornos que comparte similitud con este síndrome es el complejo de Jerusalén (También conocido como “complejo de mesías”) hace creer a las personas que visitan por primera vez tierra santa que son personajes bíblicos y que ha sido ampliamente estudiado por el psiquiatra Eliezer Witztum.

La mayoría de personas cuando somos niños, solemos fantasear con nuestros personajes ficticios o superhéroes favoritos, creemos ser uno de ellos, nos colocamos sus trajes fantásticos y excesivamente característicos (Uso de máscaras, capas, guantes, algunos artilugios Etc.) y nos convertimos en ellos, con sus poderes sobrehumanos, su carisma y en parte su fama.

Esta fantasía que puede estar estrechamente asociada al “amigo imaginario”, podría ser recurrente incluso cuando el niño o niña han llegado a ser adultos. De ser así, muchas personas en la actualidad estarían recurriendo a esta subjetividad como mecanismo de defensa para enfrentar diversas realidades, especialmente aquellas que representan una amenaza a su propia integridad moral y física, las personas no solo se identifican con sus personajes de ficción, sino que también fantasean con ellos o buscan interpretarlos de alguna manera (Como los cosplayers).


Volviendo al personaje de Birdman, tras una relación fracasada, los conflictos con su hija, adicta en rehabilitación y la obsesión por recuperar su prestigio, el personaje de Birdman recurre a esta fantasía para enfrentar su conflicto interior, aunque a veces de una manera peculiar porque este, incluso, llega a intervenir como un monólogo de su fuero, como un alter ego, una conciencia (Llámese dios) para decirle lo que está “bien o mal”. Así pues, el adulto que posee el síndrome de Birdman no solo fantasea con tener sus poderes, cosa que anhelaría fervientemente (Como aquel niño que con solo vestirse el traje de Batman ya se convertía en él mismo) sino que este superhéroe interior tratará de guiar y poner orden a su vida (aunque no siempre será así) personificando los valores como el altruismo, el sentido de la justicia, la perseverancia, además de necesidades interiores como el amor, el reconocimiento, el temor a ser olvidado etc.

El complejo de Birdman, también se asociará al mismo antihéroe de ficción (Ejemplo: Deadpool o el mismísimo Don Quijote de la Mancha) incluso al villano, ya que muchas personas pueden sentirse identificadas con personajes con cualidades extraordinarias, que contrastan a su vez con los grandes defectos humanos. En el caso del villano (Al que llamaríamos, por qué no, “Complejo del villano”) el atractivo que este ejerce en la gente ya sea por su aspecto, su inteligencia, su carácter fuerte y agresivo etc., los llevará a identificarse con ellos, muchas veces ni siquiera se tratará de villanos de ficción, sino auténticos personajes malvados de la historia (Como la inusitada admiración que muchos llegan a tener por los asesinos en serie, o personajes macabros como Pablo Escobar). Este último punto nos lleva también a concluir que las personas que poseen de alguna manera este complejo también pueden proyectar sus temores con personajes que realmente existieron (Personajes históricos) con algún tipo de connotación ya sea científica, artística, política, militar etc. También habrá personas con un complejo hacia personajes ficticios no necesariamente con súper poderes, sino el simple hecho de que estos compartan paralelismos con ellos mismos en aspectos de historia y personalidad o que simplemente sean poseedores de una inquebrantable fuerza, gran talento o carisma (Como Aticcus Finch el abogado de “Matar a un Ruiseñor”, Guillermo de Baskerville, Scarlett O’ Hara etc.)


                  EL PROBLEMA DE CREERSE UN SUPERHÉROE

Los juegos de rol en línea (MORPG) son un punto interesante en este análisis psicológico ya que han suscitado diversas polémicas a lo largo de su existencia. Juegos como World of Warcraft, inspirados en los viejos juegos de rol que solían jugarse en grupo y utilizando una serie de cartas, suelen tener la misma mecánica en la que el jugador debe hacerse a un personaje creado por él y llevar su rol como requisito principal para poder interactuar con los demás jugadores. El centro de la polémica está generalmente en la adicción que estos juegos causan en la juventud y la violencia que puede degenerar en algunos de ellos (Esto último no es solamente con los juegos MORPG sino también con juegos violentos tipo disparador o “shooter” como Call of Duty Mobile), la disociación que se alimenta de los mismos, en lo que los jóvenes suelen introducirse demasiado en sus papeles de personajes ficticios, los lleva más allá de su propia realidad.

Cuando Estados Unidos se libraba de los efectos de la gran depresión y de la guerra, los superhéroes nacen para inundar el imaginario colectivo especialmente de los jóvenes con personajes como “El hombre de acero, Superman” creado en 1933, de alguna manera casi brillante para la época se crearon varios personajes que pudieran hacer fantasear a las personas con seres dotados de habilidades sobrehumanas capaces de enfrentar a cualquier peligro (Incluso la amenaza nazi), digo de manera “brillante” porque esencialmente los superhéroes son personas normales que por un accidente o casualidad llegaron a desarrollar facultades extraordinarias (Súper fuerza, dominio del fuego, controlar la mente humana, volar etc.), esto sin duda fue una gran estrategia publicitaria para atraer al público, aunque no era nueva, es algo que desde siempre ha existido en la literatura universal, lo segundo es la “doble personalidad” (Ligada justamente al trastorno de personalidad múltiple) que es un factor preponderante en el héroe que suele ser una persona normal en el día a día pero cuando existe alguna amenaza (Casi siempre que involucra a la humanidad entera) se enfrenta a la misma procurando eso sí de no revelar su primera identidad, para ello usará una máscara (Ejemplo El Zorro, considerado uno de los primeros superhéroes de la historia) que proteja su identidad y de aquí parte el muy relevante concepto del traje que es esencial no solo para protegerlo de daños (Como el traje de Batman) sino darle una identidad, fue así que esta estrategia publicitaria para introducir un nuevo producto del entretenimiento nació y que ha sido empoderando los años recientes gracias al cine. El superhéroe contó, como casi todas las formas artísticas con sus diversas edades (De oro, de plata, de bronce) en cada una de estas se vivieron varios aspectos en cuanto al desarrollo de su temática, en la edad de plata por ejemplo, el centro de la temática era los conflictos personales del protagonista mientras que en la edad oscura, que es la actual, se muestra el conflicto que puede surgir entre el superhéroe y las personas a la quien trata de proteger, también se han introducido en gran manera, especialmente en el cine y la televisión, temáticas psicológicas y filosóficos, así como temas políticos y sociales que se habían visto desde la edad de bronce del comic.

El ensayo escrito en 1954 por el psiquiatra Fredric Wertham, “La seducción de los inocentes” hace énfasis en criticar a la industria del comic considerándolo como elemento degenerativo de la juventud, aludiendo a la distorsión de la realidad y el ocultamiento de temáticas que para la época se consideraban degeneradas (Como la homosexualidad), esto nos hace ver que cuando hablamos del lado oscuro de los superhéroes es algo que ya se venía tratando desde hace mucho tiempo.

Volviendo al film de Iñarritu, Birdman es un sutil engaño del director que podría considerarse como una crítica a la superficialidad de la industria del espectáculo, ya que no es una película sobre un superhéroe, “El hombre Pájaro” no hace parte de este mundo de ficción, es más una alegoría a la banalidad del entretenimiento, una parodia sutil de cómo el cine comercial va absorbiendo al independiente que suele tener tramas más artísticas y humanas, es decir, con esta película Iñarritu pretende hacer un paralelismo entre el absurdo de generar mitos en el imaginario de las personas, solo por dinero y el cine de superhéroes, que es hoy por hoy el que más salas llena.

El hecho de que hoy en día los superhéroes ya nos sean solo un asunto de niños y jóvenes, sino que se ha buscado al público adulto precisamente introduciendo dentro de sus grandes universos de ficción temas que son especialmente dirigidos a los adultos, el consumo por parte de estos de películas como la saga de The Avengers ha cautivado a este público, llevándolo al centro de la comedia y su elemento de liberación a las angustias actuales (Guerras, pandemias, desastres naturales, dictaduras, terrorismo etc.) la catarsis del superhéroe y es que estas angustias tan reflejadas en personajes como Batman (Sin duda alguna el superhéroe más psicológico de todos) eran lo que fue en su tiempo el reflejo de una sociedad de incertidumbre, sin rumbo ni esperanza, prácticamente sin una identidad, producto de la gran depresión económica, las guerras y la inmigración masiva como lo fue la estadunidense de comienzos del siglo pasado (En pocas palabras una sociedad fragmentada como la que se está proyectando volver a llegar en la actualidad).

Las religiones nacen en base a las creencias y las formas de explicar un mundo  hasta entonces desconocido para el hombre y una de las maneras de aliviar su incertidumbre es, creando una narrativa en torno a un dios y aun principio teleológico, es decir, un propósito de vida, una finalidad otorgada por dicha deidad, crear héroes en la literatura para alimentar el sentido de la religión es algo que se hizo desde sus comienzos, historias épicas que hablan de héroes como Gilgamesh, Hércules, haciendo hazañas portentosas, héroes trágicos que padecieron desgracias como Edipo y profetas con poderes divinos, alimentaron la imaginación de las personas estrechando su vínculo con la religión, más exactamente con la iglesia (Que es la institución de toda religión). Como se puede apreciar, el uso de personajes fantásticos y con habilidades sobrenaturales siempre ha existido, desde el nacimiento de la literatura misma, y pues su inmanente vínculo con la religión es sin duda es una de las cualidades que más se explota a la hora de ejercer un determinado control sobre el pensamiento y el actuar humano.  Se podría decir que la religión de muchos es el entretenimiento, la iglesia los cines y teatros, los santos, los superhéroes de Marvel y DC comics, todo obedece a la misma mecánica de antaño y el problema de esto, lo malo de a grandes rasgos del complejo de Birdman es que aún no somos capaces de enfrentar nuestras diversas realidades, debemos recurrir a la ficción, la fantasía, el entretenimiento para sortear nuestra angustia, nuestras preocupaciones, y digo que aún no encontramos porque justamente esta sociedad con una cultura tan fragmentada que suele identificarse con elementos de la cultura pop, del consumismo, las tendencias etc. Es incapaz de encontrar un modo de liberación que se base en la realidad y por lo tanto que no sirva para mitigarla sino para transformarla. En mi ensayo “VITARSIS, LA VIOLENTA PURIFICACIÓN DEL ALMA”, propongo, si se me permite, la creación de este neologismo como una forma de explicar como la gran industria del entretenimiento ha explotado la violencia y nos lleva hacia una catarsis utilizando la violencia de consumo masivo como el medio para experimentarla, de la misma manera, los superhéroes se nos plantean esencialmente como una justificación al uso de la fuerza desmedida (Violencia) y la intimidación (Miedo) que esta ejerce en las personas, y esto sumado con las grandes crisis que vivimos actualmente donde pareciera que la única respuesta es usar la fuerza y el terror para solucionar muchos de sus problemáticas (Como la delincuencia común), está llevando a una súper fragmentación de la sociedad, que sin duda alguna demandará, en un futuro no muy lejano, el establecimiento de un control “orwelliano” para combatirla, antes de que lleguemos a una aniquilación total, a una gran guerra civil global.

La división por diversos factores como los raciales, de género, culturales etc. Nos lleva al relativismo social donde bajo la estricta vigilancia gubernamental tendremos que convivir con otras personas bajo una aceptación forzosa, lo mismo hace las políticas de género, la propaganda anti-étnica etc. Lo que no resulta bueno para el ser humano que demanda libertad primero que justicia. Crisis económicas deliberadas derivan en el aumento de la tensión y el conflicto entre las personas ahondando el ya desgastado conflicto de clases, que ahora, erróneamente se suele llamar desigualdad

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