DENTRO DEL CATACLISMO CONTEMPORÁNEO DONDE SE AGITA LA DICOTOMÍA ENTRE
LO BUENO Y LO MALO, LO ESPIRITUAL Y LO
TERRENO, LO SENSIBLE Y LO SUPERFICIAL. EXISTE UN HECHO QUE SOBRESALE SOBRE
TODAS LAS BATALLAS DE LA DUALIDAD DEL SER HUMANO CONTEMPORÁNEO, Y ES, LA
SUPREMACÍA DEL “SENTIRSE BIEN”
Cuando
se me ocurrió escribir este ensayo lo primero que se me vino a la mente fue la
popular canción del cantante soul James Brown “I Got you, i feel Good” que fue
lanzada en 1966 y se hizo famosa por la potente voz del cantante que parece
gritar a los cuatro vientos “Whoaaw…me siento bien, sabía que lo haría”, un
estribillo que se quedaría en la mente de muchos en una de las épocas más
tensas para el clima mundial de ese entonces. Mientras África se desangraba en
sucesivas guerras civiles, el teléfono rojo parecía anunciar el cataclismo
entre dos potencias, Europa vivía la incertidumbre del bloque comunista y medio
oriente se desestabilizaba a raíz de los conflictos entre las naciones árabes e
Israel. En USA eran asesinadas las figuras más emblemáticas de los años 60 como
Malcom X, Martin Luther King y John F. Keneddy, y a miles de jóvenes los
devolvieron en “saco” desde lejano oriente muertos en la guerra de Vietnam, la situación para entonces no eran muy
alentadora y la gente (Como ahora) vivía en el miedo, era entonces la hora para que la
“fabrica del Sentirse Bien” le devolviera la confianza a los estadounidenses
como lo hizo en los años de posguerra, de esta manera en occidente nos convertimos
en la Sociedad “Feel Good.”
La “sociedad del sentirse bien”,
nacida del seno estadounidense y a la que se le opusieron los nacientes
movimientos de contracultura como los hippies, ha marcado un hito en el mundo contemporáneo
porque hasta el día de hoy la gran parte
de la cultura occidental a la que pertenecemos nos ha hecho creer que el
“Sentirse bien” está muy por encima del “Estar bien”, o del “Pensar bien”, del “Obrar bien”, incluso el “Hacer las cosas bien” etc., asimismo, nada
importa más para la mayoría que el “Sentirnos bien con nosotros mismos”
mientras tengamos la dosis de “narcóticos” que día a día hacen más llevadera una
forma de vivir impuesta de manera coercitiva pero bien solapada.
Para las personas que están dentro de los círculos de poder se les hace
fácil cada vez más la tarea de mantener a la sociedad dentro del redil,
todo esto a medida que han logrado conocer las “debilidades” de cada uno de
nosotros que no es otra cosa sino aquello que nos hace “sentir bien”, algo en
lo que ha sido fundamental el papel oculto de las redes sociales como
Facebook o Twitter.
El entretenimiento sin cultura,
superficial y manipulador es el “soma” de la sociedad hoy por hoy, basta con
dar un vistazo a la televisión y el cine, medios enfocados a entretener y en
muchos casos tergiversar la realidad o endilgar el pensamiento con fines
disimuladamente políticos.
La tecnología también es usada para proporcionar los “narcóticos”
esenciales como una “estrategia de afrontamiento”, término usado en psicología
que designa los esfuerzos usados para enfrentar los conflictos que nos
genera el ambiente o cualquier situación emocional, en este caso el
ambiente hostil de un mundo dominado por la inestabilidad financiera, las
divergencias ideológicas, las crisis sociales etc. pero no es la primer vez
que la psicología juega a favor de este control deliberado por dominar nuestras
mentes, los círculos del poder en Estados Unidos ya manipulaban los deseos inconscientes
en los años 50, fundamento que sigue siendo la base de la publicidad y el entretenimiento
hoy en día. El producto de dicha manipulación de mano junto al nuevo orden
socio económico que comenzaba a inyectar en sutiles dosis el cada vez más
fuerte consumismo, fue lo que arrojó al hombre moderno hacia la necesidad de
autosatisfacción, la casi insaciable
búsqueda de ese “sentirse bien” es lo que nos ha llevado a rehuir del buen
pensar, del obrar correctamente y hacer las cosas bien porque el abuso de la
autosatisfacción nos convierte en seres ansiosos, propensos a las adicciones y malos apegos, de esta manera comenzamos a desechar lo que verdaderamente es
importante, como la espiritualidad, los valores, el pensamiento, la vida etc.
Pero la estrategia da un paso adelante cuando la “fábrica del sentirse
bien” va más allá de la superficialidad y el vacío que nos ofrecen el arte y la
tecnología manipulado, para darnos una dosis de “autosatisfacción” utilizando
una dialéctica más culta y orientada hacia la verdad y el pensamiento, una
manera de complacer a los inconformes, aquellas personas sedientas no del
entretenimiento barato que nos ofrecen los amos del espectáculo sino de asuntos
de mayor importancia dentro de la realidad que aqueja al mundo de hoy.
Estas dosis de “autosatisfacción”
abarca desde temas menos superficiales como la crítica artística y la ciencia,
hasta algunos más complejos como la política y la economía donde suelen
entablarse los más acalorados debates teniendo en cuenta que el pensamiento político es el que en gran
medida sienta nuestra identidad cultural y sentido patriótico.
A todos se nos da esa dosis de
“Feel Good” por más que pensemos no necesitarla, de la misma manera como a la masa aborregada se le mantiene dentro del
redil con la imagen de un mundo de ensoñación, a las masas cultas se le puede
tener entretenida con información superficialmente reveladora, tergiversación
de la verdad, temas de complicada naturaleza y debates que generalmente solo
conducen a la autosatisfacción, puesto que en ellos lo que prima es la
última palabra, la imposición de la razón del uno sobre el otro.
Al mirar más detalladamente la
dispersa sociedad de hoy, nos damos cuenta que muchas cosas han sido
magistralmente colocadas allí para hacer posible que todos nos sintamos bien,
sobre todo si tenemos en cuenta que por falta de tiempo hoy en día nos
relacionamos más por internet que por otro medio. Justamente la facilidad con que nos conectamos a través de un
dispositivo es lo que les ha dado a los círculos de poder la posibilidad de
edificar su “fábrica del sentirse bien”, por ejemplo Instagram es una
página que miles de mujeres en el mundo han usado para recibir cumplidos por sus
atributos físicos. Twitter se ha convertido en la plataforma por excelencia
para conseguir seguidores y junto a Facebook hacen las delicias de quienes les
gusta opinar o debatir acerca de algún tema político, filosófico, los foros
abiertos son una entrada para generar la autocomplacencia de cada individuo.
El problema de todo esto radica
en que poco a poco nos convierten en personas capaces de realizar un juicio,
más no una acción constructiva, la autosatisfacción dentro de estas temáticas
nos terminan convirtiendo en seres pasivos alimentados solo de conocimiento y exultantes
palabras, es por eso que debemos hacer
lo posible para que el discurso no se quede solo en retórica sino que vaya más
allá del simple dialogo y se convierta en una realidad consistente.
Se acabó la era en la que para
mantenernos satisfechos nos “prescribíamos” un sinnúmero de drogas como el
alcohol y las sustancias psicotrópicas, las
personas que se ocultan en los círculos de la élite dominante saben que mediante
el poder de la información y los medios es posible generar casi la misma falsa sensación de bienestar sin necesidad de
inducir a la gente a los métodos tradicionales.
El “sentirse bien” Es algo
meramente superficial y efímero, es básicamente la consigna de toda campaña
consumista, la gran mayoría de anuncios publicitarios tiene como eslogan la
filosofía del “Feel Good” antes que cualquier otra cosa como el “estar bien”,
algo muy conveniente para la economía de deuda que hoy nos gobierna. De ninguna manera el “sentirse bien” debe
reemplazar el “estar bien” porque justamente el intercambio nocivo y solapado
de este concepto es lo que en parte nos tiene inmersos en un estado de
pasividad y conformismo, la sociedad no puede estar buscando por siempre la
superficialidad de las cosas, el hombre no se conformará con simples lenitivos
o placebos toda su vida, la enfermedad debe erradicarse no mitigarse, el “Estar
bien” es lo que prima verdaderamente.
Volviendo al tema de los
mecanismos de defensa en la psicología, las estrategias de afrontamiento son
solo superficiales y terminan convirtiéndose en un problema mayor porque no
representan una solución real al conflicto, de la misma manera, una sociedad que nos “narcotice” para
hacernos sentir mejor solo terminará por destruirnos tarde o temprano y
esto es justamente en lo que están enfocados los círculos de poder, en acabar
por destruir nuestra identidad cultural mediante el entretenimiento fútil y
degradante y en el caso de las masas cultas el conocimiento que genera
autosatisfacción (Como si saber la verdad los convirtiera en portadores de
alguna misión importante) encerrándoles más en la subjetividad que la objetividad.
Aunque lo trate de una forma un tanto sarcástica y sin esperanza la canción de la agrupación británica Gorillaz
“Feel Good inc.” nos sugiere lo contrario; no necesitamos un molino de viento para llegar a la tierra
prometida, debemos procurar tener nuestros ojos bien abiertos y tratar de
realizar acciones concretas para poder alcanzarla.