domingo, 12 de junio de 2016

LA SOCIEDAD “FEEL GOOD”

DENTRO DEL CATACLISMO CONTEMPORÁNEO DONDE SE AGITA LA DICOTOMÍA ENTRE LO BUENO Y  LO MALO, LO ESPIRITUAL Y LO TERRENO, LO SENSIBLE Y LO SUPERFICIAL. EXISTE UN HECHO QUE SOBRESALE SOBRE TODAS LAS BATALLAS DE LA DUALIDAD DEL SER HUMANO CONTEMPORÁNEO, Y ES, LA SUPREMACÍA DEL “SENTIRSE BIEN”



Cuando se me ocurrió escribir este ensayo lo primero que se me vino a la mente fue la popular canción del cantante soul James Brown “I Got you, i feel Good” que fue lanzada en 1966 y se hizo famosa por la potente voz del cantante que parece gritar a los cuatro vientos “Whoaaw…me siento bien, sabía que lo haría”, un estribillo que se quedaría en la mente de muchos en una de las épocas más tensas para el clima mundial de ese entonces. Mientras África se desangraba en sucesivas guerras civiles, el teléfono rojo parecía anunciar el cataclismo entre dos potencias, Europa vivía la incertidumbre del bloque comunista y medio oriente se desestabilizaba a raíz de los conflictos entre las naciones árabes e Israel. En USA eran asesinadas las figuras más emblemáticas de los años 60 como Malcom X, Martin Luther King y John F. Keneddy, y a miles de jóvenes los devolvieron en “saco” desde lejano oriente muertos en la guerra de Vietnam, la situación para entonces no eran muy alentadora y la gente  (Como ahora) vivía en el miedo, era entonces la hora para que la “fabrica del Sentirse Bien” le devolviera la confianza a los estadounidenses como lo hizo en los años de posguerra, de esta manera en occidente nos convertimos en la Sociedad “Feel Good.”



La “sociedad del sentirse bien”, nacida del seno estadounidense y a la que se le opusieron los nacientes movimientos de contracultura como los hippies, ha marcado un hito en el mundo contemporáneo porque hasta el día de hoy la gran parte de la cultura occidental a la que pertenecemos nos ha hecho creer que el “Sentirse bien” está muy por encima del “Estar bien”,  o del “Pensar bien”, del “Obrar bien”,  incluso el “Hacer las cosas bien” etc., asimismo, nada importa más para la mayoría que el “Sentirnos bien con nosotros mismos” mientras tengamos la dosis de “narcóticos” que día a día hacen más llevadera una forma de vivir impuesta de manera coercitiva pero bien solapada.



Para las personas que están dentro de los círculos de poder se les hace fácil cada vez más la tarea de mantener a la sociedad dentro del redil, todo esto a medida que han logrado conocer las “debilidades” de cada uno de nosotros que no es otra cosa sino aquello que nos hace “sentir bien”, algo en lo que ha sido fundamental el papel oculto de las redes sociales como Facebook o Twitter.



El entretenimiento sin cultura, superficial y manipulador es el “soma” de la sociedad hoy por hoy, basta con dar un vistazo a la televisión y el cine, medios enfocados a entretener y en muchos casos tergiversar la realidad o endilgar el pensamiento con fines disimuladamente políticos.



La tecnología también es usada para proporcionar los “narcóticos” esenciales como una “estrategia de afrontamiento”, término usado en psicología que designa los esfuerzos usados para enfrentar los conflictos que nos genera el ambiente o cualquier situación emocional, en este caso el ambiente hostil de un mundo dominado por la inestabilidad financiera, las divergencias ideológicas, las crisis sociales etc. pero no es la primer vez que la psicología juega a favor de este control deliberado por dominar nuestras mentes, los círculos del poder en Estados Unidos ya manipulaban los deseos inconscientes en los años 50, fundamento que sigue siendo la base de la publicidad y el entretenimiento hoy en día. El producto de dicha manipulación de mano junto al nuevo orden socio económico que comenzaba a inyectar en sutiles dosis el cada vez más fuerte consumismo, fue lo que arrojó al hombre moderno hacia la necesidad de autosatisfacción, la casi insaciable búsqueda de ese “sentirse bien” es lo que nos ha llevado a rehuir del buen pensar, del obrar correctamente y hacer las cosas bien porque el abuso de la autosatisfacción nos convierte en seres ansiosos, propensos a las adicciones y  malos apegos, de esta manera comenzamos a desechar lo que verdaderamente es importante, como la espiritualidad, los valores, el pensamiento, la vida etc.



Pero la estrategia da un paso adelante cuando la “fábrica del sentirse bien” va más allá de la superficialidad y el vacío que nos ofrecen el arte y la tecnología manipulado, para darnos una dosis de “autosatisfacción” utilizando una dialéctica más culta y orientada hacia la verdad y el pensamiento, una manera de complacer a los inconformes, aquellas personas sedientas no del entretenimiento barato que nos ofrecen los amos del espectáculo sino de asuntos de mayor importancia dentro de la realidad que aqueja al mundo de hoy.



Estas dosis de “autosatisfacción” abarca desde temas menos superficiales como la crítica artística y la ciencia, hasta algunos más complejos como la política y la economía donde suelen entablarse los más acalorados debates teniendo en cuenta que el pensamiento político es el que en gran medida sienta nuestra identidad cultural y sentido patriótico.

A todos se nos da esa dosis de “Feel Good” por más que pensemos no necesitarla, de la misma manera como a la masa aborregada se le mantiene dentro del redil con la imagen de un mundo de ensoñación, a las masas cultas se le puede tener entretenida con información superficialmente reveladora, tergiversación de la verdad, temas de complicada naturaleza y debates que generalmente solo conducen a la autosatisfacción, puesto que en ellos lo que prima es la última palabra, la imposición de la razón del uno sobre el otro.



Al mirar más detalladamente la dispersa sociedad de hoy, nos damos cuenta que muchas cosas han sido magistralmente colocadas allí para hacer posible que todos nos sintamos bien, sobre todo si tenemos en cuenta que por falta de tiempo hoy en día nos relacionamos más por internet que por otro medio. Justamente la facilidad con que nos conectamos a través de un dispositivo es lo que les ha dado a los círculos de poder la posibilidad de edificar su “fábrica del sentirse bien”, por ejemplo Instagram es una página que miles de mujeres en el mundo han usado para recibir cumplidos por sus atributos físicos. Twitter se ha convertido en la plataforma por excelencia para conseguir seguidores y junto a Facebook hacen las delicias de quienes les gusta opinar o debatir acerca de algún tema político, filosófico, los foros abiertos son una entrada para generar la autocomplacencia de cada individuo.



El problema de todo esto radica en que poco a poco nos convierten en personas capaces de realizar un juicio, más no una acción constructiva, la autosatisfacción dentro de estas temáticas nos terminan convirtiendo en seres pasivos alimentados solo de conocimiento y exultantes palabras, es por eso que debemos hacer lo posible para que el discurso no se quede solo en retórica sino que vaya más allá del simple dialogo y se convierta en una realidad consistente.

Se acabó la era en la que para mantenernos satisfechos nos “prescribíamos” un sinnúmero de drogas como el alcohol y las sustancias psicotrópicas, las personas que se ocultan en los círculos de la élite dominante saben que mediante el poder de la información y los medios es posible generar casi la misma  falsa sensación de bienestar sin necesidad de inducir a la gente a los métodos tradicionales.



El “sentirse bien” Es algo meramente superficial y efímero, es básicamente la consigna de toda campaña consumista, la gran mayoría de anuncios publicitarios tiene como eslogan la filosofía del “Feel Good” antes que cualquier otra cosa como el “estar bien”, algo muy conveniente para la economía de deuda que hoy nos gobierna. De ninguna manera el “sentirse bien” debe reemplazar el “estar bien” porque justamente el intercambio nocivo y solapado de este concepto es lo que en parte nos tiene inmersos en un estado de pasividad y conformismo, la sociedad no puede estar buscando por siempre la superficialidad de las cosas, el hombre no se conformará con simples lenitivos o placebos toda su vida, la enfermedad debe erradicarse no mitigarse, el “Estar bien” es lo que prima verdaderamente.



Volviendo al tema de los mecanismos de defensa en la psicología, las estrategias de afrontamiento son solo superficiales y terminan convirtiéndose en un problema mayor porque no representan una solución real al conflicto, de la misma manera, una sociedad que nos “narcotice” para hacernos sentir mejor solo terminará por destruirnos tarde o temprano y esto es justamente en lo que están enfocados los círculos de poder, en acabar por destruir nuestra identidad cultural mediante el entretenimiento fútil y degradante y en el caso de las masas cultas el conocimiento que genera autosatisfacción (Como si saber la verdad los convirtiera en portadores de alguna misión importante) encerrándoles más en la subjetividad que la objetividad.

Aunque lo trate de una forma un tanto sarcástica y sin esperanza la canción de la agrupación británica Gorillaz “Feel Good inc.” nos sugiere lo contrario; no necesitamos un molino de viento para llegar a la tierra prometida, debemos procurar tener nuestros ojos bien abiertos y tratar de realizar acciones concretas para poder alcanzarla.























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