Desde que son pequeños les han acostumbrado
a ver siempre lo malo, a juzgar de manera superficial, hacen de los prejuicios
un hábito, todo esto alejado de la crítica que construye. Ver lo malo y
criticar son cosas muy distintas. Cuando ustedes solo ven lo malo están viendo
lo superficial, cuando miran solo lo superficial solo están observando la
oscuridad de la noche. La crítica en
cambio, es la luz que los lleva por el sendero al interior del alma misma, al
núcleo del pensamiento en el cuál convergen las diversas visiones de lo
existente. Sus padres, amigos, profesores, las personas que ni siquiera conocen
están encerradas dentro de este círculo, el circulo de solo mirar lo
despreciable, lo malo, lo que fácilmente se puede depreciar, porque juzgar
contrario a la crítica es simplemente colocar el juicio sin ningún argumento,
sin profundidad, eso es ver lo malo, eso es despreciar.
Cuando estaban en la escuela o
colegio sus compañeros los señalaron con apelativos, “etiquetas” como si fueran
envases: el gordo, la fea, el tonto, o el “nerd”, no hacían otra cosa más que ver
por encima, también sus maestros en parte lo hacían: aquel chico es inquieto,
aquel muy perezoso, aquel no es muy listo, aquel es pendenciero, pocas veces
lograban ver lo bueno que hay en ustedes, así fueran como los más grandes
tesoros, escondidos.
Dado que casi todo el tiempo la
sociedad los mantiene aprisionados, lejos de que logren percibir quiénes son
realmente, de identificarse y aún mucho más de identificar a sus semejantes, en
el camino por lograr esto que es tan necesario para ser ustedes mismos, para
germinarse como seres humanos, a veces ustedes comenten el error de seguir a
las personas equivocadas, gente que solo quieren sacar un provecho de ustedes,
en ese camino solemos seguir a personas con las que nos identificamos pero
estas personas en el fondo pueden ser malvadas y de alguna manera los llevara
por la senda equivocada. Por eso jóvenes ustedes deben ser prudentes con los buenos
discursos, deben cuidarse de todo aquello que por fuerza quiera imponer su
voluntad por mucho que se esté de acuerdo con ella, deben guardarse sobre todo de
las apariencias. Recuerden que en principio la sociedad quiere minimizarlos,
quiere reducirlos a un sub-producto, no quieren que ustedes sean libres, no
quieren que sean ustedes mismos.
Los fanáticos solo quieren
imponer su razón, quieren transformar el mundo a su manera, quieren ser los
poseedores de la verdad y como tal de las conciencias, los fanáticos
construirán un mundo para ellos encima de los demás sin importarles nada, el
fanatismo los enceguece, y ustedes si
son inteligentes no querrán andar ciegos por el mundo. Con esto no estoy
diciendo que dejen de admirar a las personas que siguen, con esto no digo que
se rehúsen a formar una comunidad en torno a la admiración que suscita dicho sujeto,
simplemente no se hagan fanáticos. El compartir ideas no los priva de compartir
objeciones pero hacerse seguidores de ideas, de líderes, los puede llevar por
el camino equivocado, al hacerse fanáticos dejarán de ser ustedes mismos, al
entregarse ciega y apasionadamente a cualquier corriente, cualquier concepto,
ideología etc. volverán a cerrar el círculo del prejuicio que es donde se
encierra la ignorancia, la sumisión, la pasividad, el atavismo.
Tal vez esto se contradice,
comprender por un lado que somos un conjunto y que el fanatismo nos puede dar
una identidad dentro de ese conjunto pero no se engañen, porque los fanatismos generalmente
terminan solo por beneficiar a una o un grupo de personas mientras les hacen
creer que ustedes pertenecen a un todo, ¡Gran error! Porque están empoderando
el egoísmo, el individualismo, el pensamiento pasivo, los están convirtiendo en
unidades de un absoluto, en pocas ´palabras, en seres individualistas que
comparte con otros individualistas, seres mecanizados y repetitivos, la luz
brillará solo de afuera nunca de ustedes mismos.