domingo, 6 de noviembre de 2016

COMPROBANDO LA ESFERICIDAD DEL PENSAMIENTO



El pintor surrealista Francis Picabia una vez dijo: “Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección”. Picabia no podía hacer un mejor retrato de la mente humana, plena de plasticidad y libre albedrío a la hora de formular razonamientos, no obstante pese a esta notable cualidad el pensamiento humano siempre va a seguir el mismo guion, pues por más que su abstracción tome la dirección que quiera, son varios elementos los que le “obligan” a decantarse a través de una sola, Este viene a ser el principio de todo condicionamiento mental y moral.



La alienación de nuestra sociedad de consumismo es apenas una muestra de la dirección a la que se somete el pensamiento del hombre moderno. La contracultura de los años sesenta en los Estados Unidos, movimientos que más adelante contagiarían a otros países, comenzaba a manifestarse en contra de la alienación mediática conforme la industria se hacía más poderosa e influyente. Pero incluso cuando tenemos un amplio conocimiento sobre los diversos tipos de alienación, estudios que vienen desde Rousseau y Marx en lo político y económico, pasando por Piera Alaugnier, Freud y Hung que tratan sobre la perdida de la identidad humana en lo psicológico, hasta lo filosófico como Focault y Herbert Marcuse en el plano social post modernista, la alienación está allí frente a nuestras narices pasando inadvertidamente como tantas cosas que desde tiempos inmemoriales “sabemos” pero ignoramos. Esta es una de las evidencias que demuestran la esfericidad de la mente humana, no como lo plantea Picabia sino desde el hecho irrefutable en el que los pensamientos se someten al círculo vicioso de las pulsiones y los sentimientos, algo que está controlado desde lo más profundo de nuestras mentes. Pero esto solo es la punta del iceberg, la estructura del sistema socioeconómico actual está diseñado para procurar la efectividad de dicha alienación, solo basta con dar a medias todo lo que el ser humano necesita de una manera integral, en primer lugar creando necesidades que no existen y supliendo las verdaderas de forma mediocre, de esta manera un sistema incompleto no puede hacer otra cosa que formar a un ser “humano incompleto”, vacío, que es arrojado en busca de cosas superficiales para poder llenar aquel faltante.



La base de cualquier alienación no está en solo el mensaje que circula a través del medio, necesita de sus argumentos, su propia estructura para poder edificarse y sostenerse. Cuando hablamos de ingeniería más que de “ingenio” se trata de construir algo funcional y que no vaya a colapsar, pero al parecer la ingeniería social hace todo lo contrario, o por lo menos lo "inversamente contrario", por medio de la edificación de un modelo tecnocrático establecido dentro del orden socio-político y económico de cada país es posible manipular la psique humana para el beneficio de quienes gobiernan esta inmensa maquinaria, pero a través de arbitrariedades contraproducentes.



Para entender el funcionamiento de nuestra sociedad, considere el lector un lago lleno de agua, cuando se arroja una piedra sobre esta se crea un onda perfecta que va expandiéndose a lo largo de su superficie de manera uniforme y limpia. Ahora imagine que dentro del lago se colocan varios troncos de madera en lugares específicos, después de arrojar la piedra notara que esa onda se descompone al chocar con los troncos en varias ondas grandes o pequeñas yendo en la misma dirección hasta desintegrarse por completo. Esto es lo que hace la ingeniería social política, encargarse de colocar los troncos para producir determinados sucesos dentro de la sociedad, este control está basado en el fenómeno conocido como sinergia y si comparamos la realidad política y su disimulada influencia sobre la humanidad, nos damos cuenta que en vez de troncos, a la onda expansiva que bien puede representar a movimientos como el flujo del capital, la revolución social, la educación etc., “los  ingenieros sociales” han colocado obstáculos suficientes para producir la sinergia social que ellos deseen, la alteración de esa onda. Estos obstáculos se crean con el fin de obstruir el avance social y como tal la realización del individuo con una previa manipulación del orden, en pocas palabras la “democracia” organiza al estado en favor del pueblo pero la ingeniería social a través de la injerencia y la burocracia se encargan de desestabilizarlo en pro de  sus propósitos.  En la teoría de Engels y Marx se ve a la burocracia misma como el “escollo” mientras que Max Weber es más positivo al ubicar la burocracia dentro de un modelo racional que es afectado solo por la inmoralidad de quienes la manejan.



Pero ¿cuál es la base de estos ingenieros para alienar y someter al ser humano?, pues la esfericidad del pensamiento, que no es otra cosa que la eterna convergencia del lacónico razonar de la mente humana atado al sistema alienante y sobrecargado que nos domina desde tiempos atrás.  Y aunque en principio podríamos culpar a la susceptibilidad de la mente humana deberíamos considerar el hecho del control, la “Programación predictiva” como la llama el experto en sectarismo Allan Watt, o simplemente la alienación bajo el poder político y económico, al respecto vale citar a el sociólogo estadounidense Daniel Bell  que dice “Nuestra sociedad es una sociedad de alienación; no porque reduzca a la gente a la miseria o imponga coerciones policiacas, sino porque seduce, manipula e integra.".

 Allan Watt es un estudioso canadiense experto en sociedades secretas 


Daniel Bell (1919-2011) fue uno de los más notables sociólogos post modernistas

“Seducir, manipular e integrar” podemos acoplar este triángulo dentro del círculo de la esfericidad del pensamiento: mediante el poder del encanto que nos ofrece la sociedad desde sus fenómenos (Consumismo, religión, ideología etc.) se ejerce la alienación económica y tecnocrática (Como las ha postulado el sociólogo Alan Touraine), para finalmente cooptar al individuo e “integrarlo” dentro de una ideología política “desvinculada de todo movimiento social”.
La manipulación de la verdad o la episteme ya es tratada por el filósofo francés Michael Foucault como algo impuesto en determinada época que a su vez impide a la gente comprender las cosas por sí mismas. Los códices culturales que son generalizados y aceptados por la mayoría son el “establishment”; el mayor de los obstáculos que edifica la ingeniería social para trabajar dentro de los grandes pilares de epistemología como lo son la ciencia, la ética y la política.
Pero, ¿De dónde proviene la idea de la esfericidad del pensamiento? Últimamente se ha puesto en tela de juicio la veracidad del actual modelo planetario que se tiene de la Tierra colocando en duda su “esfericidad”. Los Earth Flatters o defensores del concepto terraplanista que pretende demostrar un modelo que se creía abolido del planeta Tierra, a su vez nos revelan cómo se ha mentido a la humanidad durante siglos utilizando la ciencia. El investigador y diseñador argentino Iru Landucci conceptualiza la esfericidad como un virus, una enfermedad que ha trastornado el conocimiento colectivo y el desarrollo posmodernista de la episteme, centrándose en la supuesta incongruencia del actual modelo esférico de los planetas que aún es sostenido por la comunidad científica y que a su vez avalaría muchas más mentiras como el programa espacial de agencias de alto nivel presupuestario como la NASA.

En su canal "NUR PARA TODOS" el diseñador y autodidacta argentino Iru Landucci habla de las inconsistencias del actual modelo astronómico y otras mentiras de la comunidad científica 

El español investigador y autor Oliver Ibañez en su canal también trata de la conspiración sobre la supuesta esfericidad de la Tierra y el establecimiento del Nuevo orden Mundial



Pero incluso cuando aparece ante nuestros ojos una verdad tan reveladora, nuestra mente no tarda en converger dentro de su esfericidad para orientarse nuevamente hacia los caprichos que han caracterizado el eterno accionar de la mente condicionada. Cuando creemos tener la razón es cuando más deseamos imponer nuestras convicciones y cuánto más reveladora nos resulta una verdad mayores son los conflictos que se entrelazan entre defensores y opositores, es así como la episteme de la verdad se convierte en un “arma de doble filo” porque también, a la mente condicionada, la verdad (de la misma manera que lo está a la mentira y el engaño) la puede “seducir, manipular e integrar” en caso de que esta fuera divulgada bajo ese propósito, aunque no siempre sea así.



La esfericidad de la mente humana que es y siempre ha sido condicionada rara vez está cerca de realizar un auténtico juicio sin someterse antes a un “prejuicio”, también dista de hacer un justo razonamiento cuando lo que busca es “justificar” y casi siempre es incapaz de asimilar una realidad porque siempre se sienta en una “verdad a priori”, asimismo evita acercase a la verdad porque su “realidad” constantemente se encuentra maniatada a convicciones y limitada por un total o parcial desconocimiento de la misma.



Primero para liberar a la mente de su esfericidad y por consiguiente el circulo vicioso del pensamiento alienado debemos desalinearnos un poco de la crítica. El pensamiento crítico ya generalizado, de función inmediata y casi indefectible al confrontar cualquier idea se adentra en la esfericidad del pensamiento por su notable capacidad de “seducir e integrar”. La mente humana condicionada para enfocarse dentro de lo negativo es fácilmente cooptada dentro de la crítica peyorativa, que solo busca crear prejuicios y perjuicios a la vez. La necesidad de desatar a la mente, desligarla de la crítica no constructiva y mal fundamentada es la base de una mente activa (O “mente abierta” como erróneamente se le conoce). Pero no solo basta con darle un buen sentido a la crítica, tarea imposible de realizar si no se hace un uso responsable y adecuado del conocimiento.
A la mente esférica no le gustan el pensamiento divergente que hace parte de la estructura de la inteligencia y que se opone al pensamiento lógico definido como “Convergente o vertical”, es la base de un pensamiento abierto y no lineal que resulta ser el acondicionado por el sistema. Esta forma de pensamiento que actualmente se le conoce como “arborescente” usa la metáfora de un árbol que brota hacia múltiples direcciones, está enfocado en utilizar la creatividad y la imaginación para formular ideas. En conclusión un pensamiento lineal solo cabe dentro de la esfericidad de la mente tomando la única dirección y formando un círculo vicioso, mientras que el pensamiento arborescente diverge hacia todas las direcciones y evita que la mente caiga en la testaruda pasividad.



Por último para liberar la mente de su esfericidad es también necesario preguntarnos ¿Qué representa la cultura para nosotros como individuos y como nación?  Y si  esta cultura a través de sus códices no está maniatando la naturaleza prístina del pensamiento.
Esta sería la parte más objetiva de la apertura del pensamiento vicioso, producto de la alienación del establishment porque desligar a la sociedad de sus “códices dañinos” implica un cambio profundo y radical dentro de la educación que debe prescindir del “Sistema” como en tantas otras cosas establecidas.












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